1. No Tener Claro Qué Quieres Lograr
¿Más ventas? ¿Más visitas a tu web? ¿O solo darte a conocer? Si no tienes claro tu objetivo, Google Ads no podrá hacer magia. Y créeme, esto pasa más seguido de lo que piensas: campañas lanzadas sin un propósito definido, esperando resultados milagrosos.
Cómo evitarlo: Antes de tocar cualquier botón, pregúntate: ¿Qué quiero lograr con esta campaña? Elige un objetivo claro y asegúrate de que tus anuncios y métricas estén alineados con eso.
2. Usar Palabras Clave Muy Amplias
Imagínate que vendes tenis deportivos y decides usar “tenis” como palabra clave. Lo que va a pasar es que tu anuncio aparecerá para personas buscando tenis casuales, tenis de lujo, o incluso “cómo limpiar mis tenis”. Resultado: clics innecesarios que solo te cuestan dinero.
Cómo evitarlo: Sé específico. Usa palabras clave más detalladas, como “tenis para correr” o “tenis deportivos hombre”. Y no olvides utilizar las opciones de concordancia para filtrar mejor las búsquedas.
3. Ignorar las Palabras Clave Negativas
Este es un clásico. Muchos no usan palabras clave negativas y terminan pagando por clics que no tienen nada que ver con su producto o servicio. Por ejemplo, si tu negocio no tiene descuentos, puedes excluir palabras como “barato” o “promoción”.
Cómo evitarlo: Haz una lista de términos que no quieres que activen tus anuncios. Es fácil de configurar y te ahorrará mucho dinero.
4. No Optimizar para Móviles
La mayoría de las búsquedas se hacen desde celulares, y si tu anuncio o página de destino no se ve bien en un móvil, estás perdiendo una gran oportunidad.
Cómo evitarlo: Asegúrate de que tus anuncios y tu sitio web estén optimizados para dispositivos móviles. Verifica que las páginas carguen rápido y que el proceso de compra o contacto sea sencillo desde un teléfono.
5. No Usar las Extensiones de Anuncios
Las extensiones son ese pequeño truco que puede marcar la diferencia entre que alguien haga clic en tu anuncio o pase de largo. Sin embargo, muchos no las utilizan.
Cómo evitarlo: Aprovecha las extensiones que Google te ofrece, como las de ubicación, llamadas, enlaces a otras páginas de tu sitio, o incluso promociones. Son gratis y aumentan la visibilidad de tu anuncio.
6. No Configurar el Seguimiento de Conversiones
Esto es como jugar fútbol sin saber el marcador. Si no estás midiendo cuántas ventas o contactos generaron tus anuncios, es imposible saber si tu inversión está funcionando.
Cómo evitarlo: Configura el seguimiento de conversiones desde el día uno. Así podrás saber si tus clics están realmente generando resultados.
7. Segmentación Geográfica Mal Configurada
Imagina que tienes una pastelería en Monterrey, pero tus anuncios aparecen para personas en Guadalajara o incluso en otro país. ¿Cuánto dinero crees que estás desperdiciando ahí?
Cómo evitarlo: Configura bien la ubicación de tus anuncios. Si tu negocio es local, asegúrate de que solo aparezcan para personas cercanas a ti.
8. Dejar las Campañas en Piloto Automático
“Ya lancé mi campaña, ahora solo queda esperar”. Este pensamiento puede ser el principio del fin. Google Ads requiere ajustes constantes; dejar todo en automático puede hacer que pierdas dinero sin darte cuenta.
Cómo evitarlo: Revisa tus campañas al menos una vez por semana. Ajusta las palabras clave, analiza las métricas y optimiza los anuncios que no están funcionando.
9. No Probar Diferentes Anuncios
A veces creemos que ya tenemos el anuncio perfecto, pero nunca lo sabemos hasta que probamos otras opciones.
Cómo evitarlo: Crea varias versiones de tus anuncios con diferentes textos, títulos e imágenes (si estás usando Display). Luego, observa cuál funciona mejor.
10. Enfocarte Solo en el CPC (Costo por Clic)
Reducir el costo por clic está bien, pero si esos clics no generan ventas, no sirve de mucho. Lo importante es el retorno de inversión (ROI).
Cómo evitarlo: Concéntrate en métricas más importantes, como el costo por conversión (CPA) o el retorno de inversión. Revisa qué campañas están generando resultados reales y ajusta tu presupuesto en consecuencia.
Google Ads puede ser un arma secreta para hacer crecer tu negocio, pero si no lo manejas con cuidado, puede convertirse en un gasto innecesario. Lo bueno es que todos estos errores tienen solución, y mientras estés dispuesto a aprender y ajustar, siempre puedes mejorar.
