No prometas lo que no puedes cumplir
Todos hemos caído en anuncios que suenan demasiado buenos para ser verdad y luego resulta ser puro cuento. Esto no solo molesta a los usuarios, sino que puede dañar la reputación de tu marca a largo plazo. Sé claro y sé honesto. Si tu producto o servicio es bueno, no necesitas exagerar.
No abuses de los datos de las personas
Mira, está genial que podamos segmentar anuncios por intereses, ubicación o incluso comportamiento. Pero una cosa es mostrar un anuncio relevante, y otra muy diferente es asustar al usuario. ¿Te ha pasado que buscas algo en Google y luego te salen mil anuncios de eso por todos lados? Controla la frecuencia y asegúrate de no invadir la privacidad de tus clientes potenciales.
Evita ser muy repetitivo
Hay pocos anuncios más fastidiosos que los que te persiguen hasta el cansancio. Una vez está bien, dos también, pero si me lo muestras diez veces en un día, solo vas a lograr que me canse y te ignore. Google Ads tiene herramientas como el frequency capping para que puedas limitar cuántas veces un anuncio se muestra a una persona.
Sé respetuoso con tus mensajes
Nada de usar miedo o presión para conseguir clics. Frases como “¡Última oportunidad antes de perderlo todo!” son más tóxicas que efectivas. Ve por un enfoque más humano y positivo. Nadie quiere sentirse manipulado.
Cumple las reglas de Google
Google no juega con sus políticas. Si te pasas de listo con contenido engañoso, ofensivo o ilegal, te van a suspender la cuenta. Así de simple. Además, seguir las reglas no solo te mantiene en el juego, también muestra que eres un anunciante responsable que se toma en serio lo que hace.
Piensa en el usuario, no solo en tus ventas
La publicidad no debería ser solo “compra, compra, compra”. Haz que tus anuncios aporten valor, ya sea resolviendo un problema, respondiendo una pregunta o inspirando al usuario a dar un paso. Por ejemplo, en lugar de empujar una promoción, ofrece tips o contenido que sea útil. Eso genera confianza.
Sé transparente y accesible
Nada de esconder costos o escribir todo en letra chiquita. Si alguien tiene que esforzarse para entender qué estás vendiendo o cuánto cuesta, ya perdiste. Sé claro desde el principio: muestra precios, condiciones y cómo pueden contactarte si tienen dudas.
Crea mensajes inclusivos
El mundo es diverso, y tus anuncios también deberían reflejarlo. Evita estereotipos y asegúrate de que tu publicidad sea inclusiva. Un mensaje que respeta y celebra a todas las personas tiene mucho más impacto que uno genérico o insensible.
Piensa a largo plazo
A veces queremos resultados rápidos, pero las tácticas agresivas suelen ser pan para hoy y hambre para mañana. Construir confianza lleva tiempo, pero cuando lo haces, tus clientes no solo te compran, también te recomiendan y vuelven.